May 27, 2009

Lord Cochrane, el dinero y la política

Tal como nos recuerda en estos días cualquier crónica estándar sobre el mes del mar, Lord Thomas Cochrane fue el eximio navegante escocés al que debemos la fundación y desarrollo de nuestra marina.

Menos conocida en cambio, su faceta desprolija a la hora de navegar sin separar negocios de política.Y es que 200 años atrás, nuestro marino líder fue un astuto especulador, que en el “servicio público” fue capaz de ganar elecciones populares pero también de terminar en la cárcel por abuso de (des)información privilegiada.

Son dos los episodios más bullados en que se vio envuelto.

El primero, y como nos recuerda el periodista Alfredo Sepúlveda en su ameno libro (1), consistió en ingeniar una maniobra para ganar con poca plata, una elección popular en un distrito corrupto. Así, en 1805 fue candidato en Honiton, donde al contrario del candidato ganador, pagó bien a los pocos que habían votado por él pero solo después, no antes de las elecciones. ¿Resultado? Cuando se presentó a la elección siguiente, arrasó, por cierto con los votos de quienes esperaban cobrar por su adhesión después del triunfo. Por supuesto, Cochrane esta segunda vez no pagó nada, ahorrando así su más oneroso “gasto de campaña” y acicalando de paso su pose de marino probo.

El segundo episodio, narrado en detalle por David Cordingly (2), se refiere al uso de información privilegiada, o diremos mejor,“desinformación premeditada”. A Cochrane se le acusó y condenó a cárcel por echar a correr en 1814 la mentira que Napoleón había muerto. La noticia duró una mañana, lo suficiente para que el navegante echara por la borda los bonos del gobierno británico que antes había comprado a huevo. ¿Su defensa en el juicio? Sorprendentemente, la misma del caso de acciones LAN en Chile 2007 cuando Sebastián Piñera sostuvo que utilizaba un “modelo” de compra y venta pero no información privilegiada. En el caso de Cochrane, declaró que tenía dadas instrucciones de vender toda vez que los papeles aumentaran un 1 por ciento. Sorprendentemente también, ambos aceptaron la condena. Multa en el primer caso, prisión (¡y cepo!) en el segundo. ¿Una diferencia? La corte en Londres revisó su sentencia y liberó de cargos al marino, cuestión que al aplicarse el artículo 165 de nuestra Ley de Valores no hubiera tenido cabida.

Así en los mares de la política y los negocios. Nada muy nuevo bajo el sol.

(1) Sepúlveda, A. Bernardo. Ediciones B2007
(2) Cordingly, D. Cochrane: The dauntless. Bloomsbury Publishing. 2007.

May 05, 2009

Chile se mueve y no sale en la foto

En un año en que la economía Chilena pinta para achicarse, nunca estará demás una inyección de autoestima. No hablamos de recaer en el adolescente egocentrismo de principios de los noventa, con ejecutivos vociferando en salones VIP aquello de los jaguares de Latinoamérica. Se trata nada más de destacar algunos hechos nuevos que sin razón aparente han recibido escasa atención.

Uno la mejoría de rating soberano otorgada al país por Moodys. Dos, la rentabilidad (y suerte) en el manejo de los fondos soberanos . Sin embargo, es un tercero, aún menos difundido el que queremos detallar aquí.

Chile, aunque no salga en las fotos del G20, es el único latino protagónico a la hora de ponerse con recursos anti-crisis. ¿Sabía usted que ya le prestamos plata a Ucrania, Pakistán, Turquía, Rusia, Brasil, Uruguay? Lo hacemos a través de la facilidad NAB (New Agreement on Borrowing) del FMI. En la reciente reunión del G 20, sus socios representados entre otros por los mandatarios de Brasil, México y Argentina, decidieron la ampliación del NAB en 10 veces. Chile es parte de otro selecto grupo de 26 países donde solo 10 de ellos están en el G20, donde ningún otro es latinoamericano y donde está lo que ahora importa que es la disponibilidad de fondos prestables.En ese grupo Chile tenía comprometido aportar hasta el 10 por ciento del total (340 millones de Derechos Especiales de Giro, DEG. Esto es unos USD 500 millones de dólares equivalentes) pero a partir de los recientes acuerdos del G20 en Londres, podría pedírsele ampliar su disponiblidad.

¿Le conviene a Chile prestar a través del FMI? La respuesta financiera es afirmativa.
La remuneración que recibe el país es la tasa DEG (0.42 por ciento anual nominal). Luce baja pero corresponde al promedio de lo que rinden los papeles de Tesorería a 3 meses en las principales 4 monedas duras. Si pensamos que un Banco Central mantiene del orden de un cuarto de sus activos externos en estos instrumentos y los préstamos vía NAB siguen siendo parte de las reservas internacionales (24.103 millones de dólares en total, a Abril 2009), la rentabilidad no sería un problema. Tampoco lo es el riesgo de crédito pues, sea que los fondos vayan a Malawi o a Brasil, el riesgo de crédito de Chile sigue siendo con el FMI. Sí podría haber una pérdida de liquidez para la parte de reservas enterada al NAB pero los nuevos límites en que concurriría Chile ( probablemente muy por debajo de los 5.000 millones de dólares en que teóricamente debería aportar al NAB repotenciado por el G20) no reprersentan un obstáculo mayor especialmente si se considera que la contraparte es el FMI, el proveedor de liquidez mundial por excelencia.